10 de septiembre de 2008

Tokyo. -1D



Aunque no debería, dejar que me queje: aaaaaaaaaayyyyyyyyyhhh. Hoy toca despedirse. Último día. En fin, hay que volver al pasado.
Para rematar la jugada, he ido al mercado de pescado porque es un punto clave y recomendado en todas guías. De 6am a 11am ponen. No era cuestión de llegar el primero, con lo cual estaba allí a las 7.30am - sí, a las 7.30AM -. Y estaba más solo que la una, ya habían finiquitado la mercancía: o no habían pescado mucho o se han dado mucha prisa para arruinarme el madrugón. Ya sé quien inventó eso de Ya está todo el pescao vendido, otro panoli como yo. Para compensar, me he pegado un desayuno de recordar en años. Y después he planificado el día: he vuelto a Roppongi y al Museo Nacional de Arte porque es espectacular, es un hall que te hace sentir como si estuvieras en un lugar importante del planeta. Me he tomado un café en una de las mesas que se ven en la fotografía, como un rey. He seguido andando, he llegado a Harajuku, me he paseado por mi casa favorita, me he comprado unos vaqueros japoneses, he comido en un cafe con vistas a Takebasi Dori, la calle más concurrida del barrio - y algo más caro de lo habitual, pero de Tokyo hay que despedirse a lo grande - y me he tomado un café en una terraza con vista a Omote-Sando para intentar recordar cada edificio. He bajado andando hasta Shibuya mirando a derecha e izquierda para memorizar cada esquina, he hecho un millón de fotos y cuando he llegado al cruze multitudinario he estado dos horas mirando a la gente pasar porque por encima de todo, lo más maravilloso de todo el viaje han sido los propios japoneses. Son tremendamente simpáticos, amables, educados, divertidos y con un sentido del humor sin límites.
Y ahora, como decía aquella gran poeta del s.xx que es Maria Jiménez, Se Acabó. Espero no tener que contar nada interesante del vuelo, así que si os parece lo dejamos aquí. A partir del sábado estoy disponible para que me invitéis a comer, cenar, merendar, una copa, un cinzano, me achuchéis o lo que os parezca. Aunque no hace falta que lo diga, ha sido genial. No se si he sido fiel a país pero desde luego he sido fiel a lo que he vivido. Nos vemos.

Konnachiwa


9 de septiembre de 2008

Tokyo. -2D



Otra vez el azar me ha puesto el espacio y el tiempo a mi disposición. En una ciudad a 1 hora de Tokyo hay una exposición de Julian Opie en el Art Tower de Mito, que es un museo que ni sabía que existia pero que ahora pertenece a mi imaginario personal. (Para algunos diré que este Julian es el de la señorita andando del hall del Room Mate de Santa Ana, verdad, JL?). Su estilo naif e simplista me encanta, es como el último escalón de pop. Y si es pop, pues que le vamos a hacer, habrá que ir. Más de 70 obras actuales. Genial.
Aprobechando el billete del JR Pass he bajado hasta Yokohama que se supone es una de las ciudades más grandes del país, pero que en realidad ni te das cuenta en qué punto dejas Tokyo y en qué punto entras en la ciudad - tal es el punto de urbanización del interior -. Todo muy nuevo, muchos rascacielos y muchiiiiisima gente. Para ir cerrando el viaje me he despedido de Ginza, la zona megapija. Y menuda despedida, por la noche todo el oropel se combiente en un derroche de luz y efectos especiales impresionantes. Por supuesto era el único mirando hacia arriba en vez de los escaparates. También era el único con el monedero vacío.

Tokyo. -3D



Cambio de barrio. Toca Asakusa, parte más tradicional y turística de la ciudad. El albergue es menos trotamundo, más "hogareño". La zona está llena de templos y jardines: Senji-ju por la mañana y Jardines de Ueno, por la mediodía. El temple es monumental y muy vistoso, aunque también abarrotado de turistas. El jardín es enorme y está abarrotado de turistas y de homeless. Homeless por todas partes. Por la tarde revisar las zonas ya vistas, pero me apetece tomarlo con traquilidad y volverlas a disfrutar.
En el albergue trabajan 2 japonesas que hablan perfecto inglés. Son muy graciosas y muy pizpiretas - vamos, muy japonesas -. Una de ellas me ha calculado entre 26 y 28 años. Esta debe tener antecedentes de Moratalaz.



La Gran Mentira


Quien empezó el bulo? De dónde salió la gran mentira de que Japón es carísimo? Fueron nuestros padres para justificar los veranos en La Manga? O los de Marina D’Or para que nos gastemos la extra en sus apartamentos con vistas a Anne Igartiburu? Es cierto que el yen está en mínimos históricos, pero os aseguro que comer está más barato que Madrid. Bueno, siempre te puedes meter la gran pasada, pero un sandwich tipo Vips te cuesta la mitad. Y si hablamos de sushi, ni te cuento. Por 6 euros te atiborras. El transporte urbano al mismo nivel, y en cuanto a los trenes, mucho más baratos. Y dónde has visto una habitación single en madrid por 30 euros? Pero si el disco de Madonna cuesta 8 euros, por dios, que entran ganas de comprarse 50 y ponerse en la puerta de la FNAC. Sin embargo hay un hecho que da la alerta: el tipo de cambio es aproximadamente 1yen=1peseta de las de antes, y esto te hace ver lo que realmente cuestan las cosas, porque 6 euros parece poco, pero son 1.000 pelas, y ahí es dónde te cuestionas lo que realmente estás pagando por todo. Madre mía, cuantos veranos en el pueblo sin justificación.

7 de septiembre de 2008

Tokyo. -4D



Hay Dios, -4D ya¡¡ Bueno, en realidad, mientras escribo esto es casi -3D.
Hoy es domingo y después de la marcha de anoche, mejor tomarse un día de parques y paseos - y nada de museos -. Además, es tradición que se reunan las tribus anime en el parque Harajuku. Mala suerte, hoy están despedigadas por el barrio y no es tan llamativo como esperaba. Sin embargo, me encuentro con una sesión de fotografías de rockers muy llamativa - y fotogénica -. Me encanta la foto.
Para comer, Naka Meguro, un precioso barrio bohemio recorrido por un río lleno de pequeños cafés y restaurantes. Maravilloso.
Pero....se pone a diluviar y entre el cansancio y el agua, cambio de planes: al albergue, a preparar la maleta que mañana cambio de algergue.


Arriba y Abajo

Si te interesa la arquitectura, esta ciudad es un paraíso. No solo por los megaproyectos de proporciones descomunales, sino por los multiples miniedificios - los llaman pet architecture - que se adaptan a los minusculos espacios libres - por ley se puede construir con 50mm de separación entre edificios -. Toda una virtud de imaginación. Pero sobre todo a mi me llama la atención que por encima de toda la tecnología, el acero y paneles de cristal, surgen miles de rincones acogedores. Solo hay que dejar de mirar hacia arriba y buscar por las esquinas.